El daño de la piel por el sol puede ocurrir en cualquier lugar. ¿Alguna vez has pasado tiempo al sol? ¿Alguna vez te has quemado por el sol? ¿Has pasado mucho tiempo al aire libre? Si has respondido que sí a cualquiera de estas preguntas, entonces tu piel corre el riesgo de sufrir daños por el sol.
El daño solar de la piel se produce cuando la piel se expone demasiado al sol. Cuanta más exposición al sol haya tenido a lo largo de su vida, más probabilidades tendrá de sufrir daños por el sol. El daño solar puede ocurrir cuando la piel se expone al sol. Dondequiera que haya luz solar, hay radiación ultravioleta (UV), y existe el riesgo de daño solar.
- El 25% de nuestra exposición al sol en la vida ocurre antes de los 18 años. Esto significa que la mayoría de los daños por el sol se producen después de los 18 años.
- Sufrir una o más quemaduras de sol con ampollas en la infancia o la adolescencia duplica con creces las posibilidades de desarrollar un melanoma, que puede ser mortal.
- El daño solar es acumulativo; obtenemos un 10% más de daño solar cada década después de los 18 años.
- Cuanto más altos sean los niveles de color (melanina) en la piel, más protegida estará. Niveles más altos de melanina significan menos quemaduras de sol y menos cáncer de piel, pero incluso la piel más oscura no está protegida al 100%.
- El daño por el sol no sólo es profundo en la piel. La radiación UV altera el ADN real de las células de la piel.
- Una vez que empiece a protegerse del sol, detendrá el proceso de daño adicional y comenzará a revertir lo que ya ha acumulado.
¿CÓMO SE VE EL DAÑO SOLAR DE LA PIEL?
Cambios de textura
El daño solar puede provocar cambios en la textura de la piel. Los años de daño solar pueden hacer que la capa externa de la piel se vuelva más fina o más gruesa. Cuando se hace más fina, puede ampollarse y desgarrarse fácilmente. El daño solar también puede hacer que la piel se vuelva más gruesa, como por ejemplo, protuberancias amarillas engrosadas.
Manchas solares (queratosis solar)
La actividad excesiva de las células de bronceado (melanocitos) causada por años de exposición al sol puede hacer que la piel cambie de color. El color de las manchas solares puede variar, desde marrón, blanco o rojo. Las pecas marrones, las pequeñas manchas blancas y las lesiones son todos signos de daño solar.
Para algunas personas, las manchas solares pueden ser dolorosas, causar picazón o pueden picar cuando se exponen a la luz solar. Las personas con manchas solares deben hacerse examinar por un médico de forma regular.
Líneas finas y arrugas
Los daños causados por el sol pueden hacer que la piel se engrose y reducir la capacidad de la piel para retener la humedad. Esto provocará la aparición de líneas finas y arrugas, muy a menudo alrededor de los ojos y la boca.
Es muy importante limitar la exposición al sol y utilizar siempre protección solar. También es muy importante conocer su piel para poder identificar posibles áreas de daño solar en la piel y ponerlas en conocimiento de su médico lo antes posible.
Espero que este artículo sobre los daños de la piel por el sol y los datos de exposición al sol le haya resultado informativo. Si tienes alguna pregunta sobre el tratamiento de la piel, te invito a contactar con nuestra clínica de medicina estética en Granada Cocoon Imagen. La semana que viene, hablaré sobre los antioxidantes y los tratamientos que ayudarán a revertir el daño solar.