«El futuro ya no es lo que era» es una cita atribuida a Paul Valéry que describe el cambio radical de las visiones del mundo y las nuevas mentalidades emergentes que surgieron tras la Primera Guerra Mundial. Muchas empresas se enfrentan ahora a una situación en la que se ponen en tela de juicio sus antiguos supuestos y las reglas del viejo juego se vuelven obsoletas.
Durante años, la típica organización burocrática se diseñó para reducir el riesgo en sus operaciones y poder escalar de forma incremental. Las empresas podían crecer simplemente haciendo versiones ligeramente mejores de los productos existentes. Ya no vivimos en ese mundo incremental tradicional. La tecnología ha cambiado el ritmo del cambio de incremental a exponencial.
Ahora, en 2021, hay fuertes indicios de que las organizaciones están estudiando cómo cambiarán sus modelos de negocio a medida que el mundo se vuelve cada vez más digital. Cómo hacerlo de forma rentable y realista es la razón por la que tantas empresas están considerando la nube.
La nube para los responsables de la fabricación
Los fabricantes se han dado cuenta de que hoy en día necesitan competir en velocidad y agilidad, más que en tamaño. Una de las grandes cuestiones relacionadas con esto es cómo innovar y crecer en la actual economía digital de alta intensidad. Cada vez está más demostrado que las aplicaciones en la nube ofrecen una forma de responder a las necesidades del mercado:
Los fabricantes están aprendiendo que las aplicaciones en la nube facilitan el aprovechamiento de la avalancha de datos procedentes de sensores conectados en sus fábricas, inventarios y materias primas, y de señales a lo largo de la cadena de suministro.
La nube también permite a los fabricantes adoptar las mejores prácticas en materia de seguridad y gobernanza.
Para las empresas con operaciones de fabricación distribuidas geográficamente, los sistemas basados en la nube pueden hacer posible un mundo en el que el rendimiento de los procesos de fabricación, los programas y las líneas de productos esté disponible en tiempo real, desde cualquier lugar y en cualquier momento. Al mismo tiempo, se facilita la colaboración tanto interna como externa.
Los días de las estrategias de producción en masa están llegando a su fin. Ahora son los clientes, y no la eficiencia de la producción, los que definen el futuro de un fabricante. La computación en nube permite utilizar los datos más relevantes para definir nuevos indicadores y métricas de rendimiento, de modo que los fabricantes puedan expandirse a nuevos mercados.
Los servicios de computación en nube también están haciendo posible que los fabricantes diseñen nuevas redes de cadenas de suministro y tomen decisiones de abastecimiento más rápidas y mejores.
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