BMW Motorsport puede estar a punto de reaparecer en Le Mans. Sin embargo, los que ahora piensan en un coche LMP1 para luchar por la victoria final deberían calmarse un poco de inmediato: El primer paso, que probablemente podría darse ya en la temporada 2018 después de la siguiente y que actualmente está siendo considerado por los responsables de la toma de decisiones en Múnich, sería un coche de carreras GTE con un aspecto comparativamente basado en la producción.
A primera vista, una conversión del actual BMW M6 GT3 podría ser una opción, pero el M6 podría ser demasiado lento para competir con coches GTE altamente equipados como el Ford GT. Como el coche de carreras no se planificó desde el principio para su uso en GTE Pro, es probable que requiera demasiados compromisos en comparación con sus rivales. Otro argumento en contra de un BMW M6 GTE al estilo del actual coche de carreras GT3 es el hecho de que el M6 de serie en el que se basa visualmente dejará de ofrecerse en 2018.
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Por tanto, es mucho más probable que se trate de un nuevo coche de carreras, pero Múnich no quiere hablar aún de su base. Está claro que otros fabricantes utilizan auténticos superdeportivos como base para sus vástagos automovilísticos en la GTE Pro. A falta de un vehículo adecuado en la gama de modelos de BMW, la puerta está abierta de par en par a la especulación, desde un aspecto basado en coupés deportivos como el M2 o el M4 hasta el diseño futurista de un BMW i8.
Sin duda, esta última podría ser una elección comprensible, después de todo, el tema de la propulsión híbrida en Le Mans también desempeña un papel importante en otras clases de vehículos. Y los bocetos de Photoshop ya mostraron hace unos meses que el aspecto es teóricamente también adecuado para un BMW i8 Procar.
Si el posible regreso de BMW a Le Mans con un coche de carreras GTE es sólo el primer paso hacia un ataque en la clase LMP1 es absolutamente imposible de evaluar en este momento. Lo que es seguro es que la competición por la victoria general se está librando actualmente a un nivel extremadamente alto y requiere la inversión de varios cientos de millones de euros si se quiere estar a la altura de los equipos punteros.
En los últimos años, Audi, Porsche y Toyota han convertido la carrera de resistencia en un sprint de alta tecnología en el que las posibilidades de que un recién llegado gane el título general son extremadamente escasas. En los últimos años se ha rumoreado mucho sobre la entrada de BMW Motorsport en la categoría LMP1, pero Múnich lo ha negado repetidamente. La última vez que BMW participó en la lucha por la victoria final en Le Mans fue en 1999, y tras el triunfo del BMW V12 LMR, BMW se despidió de la Sarthe durante muchos años.