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Las venas varicosas o varices son parte de un espectro de problemas venosos crónicos. Son comunes y se pueden encontrar hasta en el 20% de la población adulta. El rango de gravedad es considerable y aunque son responsables de importantes molestias y de la posible ruptura de la piel de la pierna, los síntomas no siempre están directamente relacionados con el tamaño de las venas anormales.
Por definición, la vena varicosa es un canal dilatado y tortuoso de al menos 4 mm de diámetro. En la forma más simple, pueden aparecer como protuberancias prominentes o abultadas de color azul bajo la piel de la pierna. En casos más avanzados o severos, puede haber una decoloración permanente de la piel, un cambio en la textura de la piel y una ulceración.
¿QUÉ CAUSA LAS VARICES?
En casi todos los casos hay un mal funcionamiento de las válvulas en las uniones críticas del sistema venoso permitiendo el flujo de sangre por la pierna en la dirección opuesta a través de la cual las venas estaban destinadas a conducir el flujo de sangre. El mal funcionamiento de la válvula es a menudo un problema espontáneo, que no suele estar relacionado con una lesión o una ocupación. Las mujeres son un poco más propensas a tenerlas que los hombres por una ración de 60/40%. Las varices pueden hacerse visibles después de un episodio de flebitis (TVP, trombosis venosa profunda) como resultado de la destrucción de las válvulas por el proceso de coagulación. Es importante documentar estos problemas en la evaluación de las varices y la selección de un plan de tratamiento de varices.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE LAS VARICES?
El setenta por ciento de las personas se quejarán de dolor (pesadez, dolor) en la pierna afectada. También es común la comezón y el picor o ardor nocturno se describe comúnmente si las piernas se hinchan durante el día. El dolor y la sensibilidad localizados serán bastante severos si las venas varicosas se coagulan causando una flebitis superficial. Esto suele estar asociado con una cierta decoloración rojiza.
Los cambios en la piel en algunos casos pueden parecerse a un exzema.
Algunos individuos comentarán que sus piernas no les molestan a pesar de que las varices están bastante bien desarrolladas, pero a menudo descubren que después del tratamiento se dan cuenta de que la pierna realmente se siente mejor al haber eliminado el problema.
DIAGNÓSTICO Y PRUEBAS PARA LAS VARICES
La evaluación de las enfermedades venosas, incluidas las varices, es mejor que la lleve a cabo un profesional capacitado para evaluar y gestionar todo el espectro de la insuficiencia venosa. Además de un examen físico completo, la práctica óptima actual debería incluir una evaluación por ultrasonido del sistema venoso de la(s) pierna(s) para comprobar si hay obstrucción y reflujo (flujo sanguíneo en sentido contrario). En raras ocasiones se necesita una prueba más invasiva que utilice una inyección de colorante basada en un catéter (venografía) para completar una evaluación.
MODIFICACIÓN DEL ESTILO DE VIDA PARA LAS VENAS VARICOSAS
Los músculos de la pantorrilla son la bomba que empuja la sangre fuera de la pierna y de vuelta al corazón. El movimiento es bueno y el uso de los músculos de la pantorrilla reduce la presión acumulada en las venas. Es deseable evitar estar sentado durante mucho tiempo y es importante evitar quedarse quieto. Cualquier intervención debe ser aplazada en las mujeres que planean un futuro embarazo.
TRATAMIENTO MÉDICO Y NO QUIRÚRGICO DE LAS VENAS VARICOSAS
Se recomienda encarecidamente el uso de medias de compresión para reducir los síntomas y frenar la progresión del problema. Las medias a la altura de la rodilla tienen más éxito que sobre la rodilla simplemente porque tratan las áreas afectadas más comunes y son más fáciles de usar y mantener en su lugar que las medias a la altura del muslo.
Si bien no hay medicamentos que reduzcan o reparen las varices, hay pruebas de que el extracto de castaño de indias (Venastat) puede reducir los síntomas de dolor relacionados con las varices.
DIRECTRICES DE INTERVENCIÓN PARA LAS VARICES
Existe la tendencia a considerar las varices como un problema benigno, casi cosmético, pero el nivel de dolor y el impacto en la calidad de vida que se ha evaluado sugeriría que el tratamiento de las varices asociadas con el reflujo en las venas superficiales y/o profundas se beneficia de un plan de tratamiento activo. Aunque se recomienda el tratamiento, hay muchas opciones que se han desarrollado a lo largo de los años, lo que da lugar a confusión en la situación. No todos los métodos de tratamiento son equivalentes, por lo que no deben considerarse como alternativas o preferencias. El tratamiento debe guiarse por los hallazgos clínicos y de ultrasonido.
El principio más importante es eliminar el reflujo (o el flujo de sangre en sentido contrario).
TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LAS VARICES
La operación tradicional de extracción de sangre elimina el reflujo de sangre a través de la vena safena larga o corta y ha demostrado ser el método más completo y duradero de control durante muchos años. Las opciones menos agresivas tienen una probabilidad mucho mayor de fracaso y de recurrencia del problema. Al mismo tiempo, la mayoría de los cirujanos extirparán muchas de las várices visibles (lo que se conoce como flebectomías o avulsiones por puñalada). Este procedimiento se realiza como una operación de guardería y generalmente requerirá una recuperación de aproximadamente dos semanas. Si la vena es larga o corta, las venas safenas simplemente se atan y los resultados no son tan buenos a largo plazo.
Este procedimiento sigue siendo una opción muy válida.
TRATAMIENTO ENDOVASCULAR PARA LAS VENAS VARICOSAS
En los últimos años ha surgido otra opción que utiliza la energía de una fuente láser o un generador de energía de radiofrecuencia para producir una lesión térmica en la vena safena (larga o corta) a través de una pequeña perforación en la parte inferior de la pierna. Se avanza el catéter hasta la unión con el sistema profundo (ingle o rodilla) y se rodea toda la longitud de la vena con una solución anestésica local diluida (anestesia tumescente). Bajo la guía de los ultrasonidos, el dispositivo se retira lentamente, sellando toda la longitud de la vena tratada. Algunos pacientes requieren un retoque con escleroterapia o flebectomía en una visita posterior al consultorio. El control a largo plazo del problema es excelente. La recuperación es más rápida que con la cirugía.
¿CUÁNDO DEBO VER A MI MÉDICO?
Los pacientes con síntomas de pesadez, dolor y várices claramente visibles deben tener una consulta y evaluación adecuadas para conocer sus opciones en una clínica de varices. Todos los pacientes con patología venosa más avanzada con daño en la piel, pigmentación y/o formación de úlceras deben ser vistos con urgencia y evaluados a fondo para un plan de tratamiento integral y estrategias de manejo a largo plazo.