Nuestra encuesta reveló otras lecciones duramente aprendidas por todo tipo de empresas. En general, hubo dos factores principales que afectaron a la capacidad de las empresas para adaptarse a la pandemia: la facilidad con la que pudieron aumentar sus actividades digitales existentes y la rapidez con la que pudieron adoptar modelos de comercio electrónico. Esto tiene todo el sentido, ya que las medidas más estrictas de distanciamiento social siguen dificultando las compras en las tiendas, lo que lleva a los clientes a interactuar digitalmente con más frecuencia.
2023 se trata de mantener los márgenes, gestionar el flujo de caja y utilizar el ERP
Nuestra encuesta reveló las tres principales prioridades de las empresas en 2023:
Mantener márgenes y niveles de rendimiento / crecimiento rentable sostenido (70%)
Gestionar la tesorería (68%)
Utilizar el ERP para la automatización, la precisión de los datos y la elaboración de informes (46%)
Estos puntos resonaron en Frank, quien, a raíz de la pandemia, se dio cuenta de que la capacidad de recopilación de datos de su empresa necesitaba una mejora seria en velocidad y eficacia. «Estamos buscando formas de vincular todas estas fuentes de información a un repositorio central y, a partir de ahí, ser capaces de extraer esos datos y analizarlos para saber qué contienen, y cómo podemos establecer vínculos entre lo que parecen ser datos dispares», explicó. «También reconocemos que necesitamos comprender mejor la eficiencia de las líneas y mejorar los controles en el taller. También necesitamos descubrir oportunidades para realizar inversiones en automatización u otros bienes de equipo.»
La seguridad de los empleados también está en el punto de mira de cara al nuevo año. Sin embargo, más concretamente, las empresas deben ir más allá para que los empleados se sientan lo bastante seguros como para ir a trabajar en lugar de quedarse en casa y depender de las prestaciones del Estado. Esto significa no sólo proporcionar el equipo adecuado, sino, como explicó Elena, también incentivos económicos, apoyo emocional e incluso transporte. «Nadie se sentía cómodo subiendo al transporte público. Así que realmente tuvimos que idear formas creativas, ya fuera consiguiendo coches pequeños que compartieran o invirtiendo en Uber compartido, y cubrir los costes necesarios para llevarlos de forma segura al trabajo.»
Muchas empresas también revisaron sus procesos, especialmente las que pasaron al trabajo a distancia. Esto exigió una nueva formación para los empleados, la adopción de tecnología móvil, procesos de comunicación de mayor alcance y esfuerzos para ayudar a los empleados a mantener un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal. Elena prosigue: «Para algunas personas era deprimente estar sentadas en casa pegadas al ordenador. Así que tuvimos que decirles: ‘Esta es la pausa en vuestro calendario para salir fuera’. Literalmente, tuvimos que ir y asegurarnos de que nuestros empleados pudieran adaptarse al trabajo desde casa y cuidarlos física y emocionalmente.»
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